En años recientes hemos ido perdiendo derechos conquistados por las luchas de nuestros antepasados, derechos que nos han sido arrebatados por los malos gobiernos y los grandes multimillonarios. Así ha pasado con la posesión y explotación de los minerales del subsuelo, de las tierras, espacios públicos y una larga serie de derechos, entre los que se encuentra el derecho a la educación pública, laica y gratuita.
Como consecuencia de este proceso, miles de jóvenes son excluidos y rechazados de la educación media superior. El gobierno afirma que eso es falso, que nadie queda excluido pues hay lugares para estudiar pero que son los jóvenes quienes no quieren ocuparlos. Lo cierto es que miles de jóvenes que desean estudiar el nivel medio superior (bachillerato) son excluidos de los principales centros de enseñanza (UNAM e IPN), generando un gran negocio para una multitud de escuelas privadas que les ofrecen continuar sus estudios, eso sí, pagando sus respectivas cuotas.